Las nuevas tecnologías
forman parte de nuestra vida diaria y sería un error, además de un sin sentido,
intentar apartarlas. Vivimos en una sociedad que ha ido evolucionando en casi
todos los aspectos y, las tecnología, lo ha hecho para ayudar a los humanos y
mejorar su calidad de vida. Cierto es que, aunque tengan ese objetivo, no siempre
se lleva a cabo o, no siempre, es el único.
Por un lado, existen
ventajas que respaldan y apoyan la progresión de las nuevas tecnologías, en
este caso nos centraremos en las Tecnologías de Información y la Comunicación
(TIC), que son beneficiosas en cuanto a que pueden mantener en contacto a las
personas desde cualquier punto del mundo, son una fuente de información tanto
histórica como actual, puesto que puedes
mantenerte al tanto de lo que está ocurriendo a nivel mundial. También
supone una ventaja ya que está dando pie a la creación de nuevas formas de
aprendizaje en las aulas mediante pizarras digitales, aplicaciones y programas
online, etc. Es una gran fuente de ocio y entretenimiento puesto que podemos
encontrar cantidad de juegos, plataformas para ver películas y escuchar música
e infinidad de pasatiempos más.
Pero como ya habíamos
esbozado con anterioridad, no son todo ventajas cuando hablamos de las TICs. El
uso y disfrute de estas tecnologías nos han llevado a generar una serie de
desventajas adjuntas a las mismas. El uso de éstas está llevando al hombre a
deteriorar bruscamente las relaciones personales, puesto que invertimos mucho
tiempo delante de “pantallitas” y personas virtuales y olvidamos por completo
mirar a nuestro alrededor y disfrutar de la compañía y del entorno, del aquí y
de ahora. De ello se derivan enfermedades tanto físicas como mentales, abriendo
el abanico desde deformaciones en los dedos de las manos por el uso de los
móviles o dolencias musculares en cuello y espalda, a causa de una prolongada
postura dañina frente al ordenador; pasando por los inconvenientes que provoca
el sedentarismo de estar todo el día “enganchados” a las TICs; y finalizando en
los trastornos mentales adictivos que originan mismas y que cada día sufren más
y más personas. Además, el empleo de las TICs está provocando nuevas formas de
violencia como el ciberbullyng, el ciberacoso sexual, etc., que antes no se
conocían.
Como hemos podido
observar, al igual que la mayoría de las cosas, si no se hace un buen uso de
las TICs, estas pueden perjudicarnos gravemente, pero está en nuestras manos
hacer un correcto uso de las mismas, ya que puede ser, y es, un herramienta muy
beneficiosa para facilitarnos la vida.
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